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• 88% de inversionistas en el mundo consideran que los factores ambientales, sociales y de gobierno
son tan importantes como los aspectos operativos y financieros de un negocio.
Desde hace más de una década, la gestión de activos empresariales bajo una visión de Responsabilidad
Social Corporativa (RSC) se ha tornado clave para resguardar el futuro de las organizaciones, así como
para generar y mantener la confianza de sus públicos objetivos. La Comisión Europea, en su Libro Verde,
ha definido a la RSC como “la integración voluntaria por parte de las empresas de las preocupaciones
sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con los stakeholders”.
Según el Barómetro de Confianza Edelman publicado en 2022, 88% de inversionistas en el mundo
considera igual de importante los factores de RSC a la hora de seleccionar una empresa en la que invertir.
Esto se da ya que las empresas sostenibles consiguen existir a largo plazo, conectar con sus grupos de
interés y validar su licencia para operar en un mundo en donde las exigencias de la sociedad y la naturaleza
son cada vez mayores.
En la actualidad, la sostenibilidad ha logrado sensibilizar de manera notable en las empresas que son
conscientes de proponer un nuevo modelo económico que genere un impacto prioritario sobre el cuidado
del medio ambiente y la sociedad.
Esteban Bustamante, Country Manager de Mambo Ecuador, consultora especializada en la
transformación organizacional bajo una visión de sostenibilidad, detalla los siguientes factores para
entender por qué las empresas deben ser sostenibles:
La mirada sobre los stakeholders
Edward Freeman, quien definió la teoría de los stakeholder, identificó la necesidad de mantener un
diálogo constante con las partes interesadas. Así, se podrá identificar qué acciones afectan y benefician a
clientes, proveedores, colaboradores internos y externos.
A medida que el tiempo avanza, las organizaciones se enfrentan con una creciente demanda de sus grupos
de interés, quienes ponen sobre la mesa discusiones alrededor de impactos ambientales y desafíos que
las demandas sociales exigen. Hoy las empresas tienen que actuar frente a este escenario y es apropiado
considerar todos los aspectos de la cadena de valor de la empresa para no afectar a ninguno de sus aliados
y colaboradores.
Empresas con mayor visibilidad
La confianza, credibilidad y buena reputación de la marca se ven beneficiadas tanto por los colabores de
la empresa a la que representan como por los clientes y potenciales clientes que calificarán de manera
positiva el impacto que se puede generar desde la sostenibilidad. Esta vincula de manera directa a las
empresas con las motivaciones de los consumidores, que son atraídos por marcas que representan valores
en beneficio de la sociedad.
Expansión financiera
Modificar el ADN empresarial deja ver resultados superiores en empresas que han asumido un
compromiso con la sostenibilidad, permitiéndoles mayor acceso a mercados de inversión, además de
recibir beneficios económicos específicos para planes y financiamiento de proyectos con enfoque
socioambiental.
Las empresas deberán estar preparadas para crear nuevos modelos de negocios y cadenas de valor
sostenibles que permitan que las culturas empresariales puedan proyectar bienestar en todos los aliados
que están cerca a nuestra marca. Lo que las empresas pueden hacer hoy por el planeta y la sociedad,
beneficiará a futuras generaciones que se enfrentarán a situaciones más complejas.
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