Compitió por Imbabura en el Ironman 70.3 internacional en Manta
• Viajó desde Ibarra, su tierra natal, para cumplir uno de sus sueños: ser parte de uno de los eventos más grandes del triatlón mundial. Al final se ubicó en la séptima posición en la categoría 34 a 40 años.
IBARRA.- Andrés Almeida es un deportista lleno de fe y, sobre todo, posee un espíritu férreo. Tiene 37 años de vida y bien sabe lo duro que es enfrentar las dificultades, más aún, cuando se trata de la salud, sin duda, el bien más preciado que tiene una persona. Hace tiempo recibió la dura noticia de tener afectación de cáncer, sin embargo, con valor, tratamientos médicos y cuidados de su familia, ahora dice estar seguro de haber vencido esta enfermedad.
Trabaja en la Prefectura de Imbabura y cursa estudios de derecho. Ya pronto se graduará como profesional en esta rama. Se lo mira satisfecho de los logros que van alcanzando y eso lo refleja en su sonrisa sincera, cuando se habla con él. Está empeñado en conseguir la superación personal y para ello tiene trazado su plan de vida. El servicio a los demás en forma eficiente es muy importante en su carrera y para eso se prepara diariamente con mucho esmero.
Andrés viene de participar en la séptima edición de la principal competencia de triatlón en Ecuador, El Ironman 70.3, uno de los eventos deportivos de mayor relevancia en el top internacional. Se llevó a cabo el pasado domingo, 17 de julio, en la ciudad de Manta, provincia de Manabí, con la presencia de alrededor de 1500 atletas de varios países del mundo.
El representante imbabureño tuvo una destacada presencia, habiendo llegado en la posición séptima, en la categoría 34 a 40 años. “Fue una competencia dura, en la que se debe hacer un esfuerzo extremo, vencer uno mismo sus propias limitaciones, siendo la mayor recompensa cruzar la meta y saber que se logró llegar, pese a cualquier dificultad surgida en el camino”, refiere.
El recorrido del Ironman 70.3 fue duro, integrando las disciplinas de natación en aguas abiertas (1,9 kilómetros), ciclismo (90 kilómetros) y atletismo (21 kilómetros), sumando en total 70.3 millas (113 kilómetros). El escenario fueron las playas de El Murciélago (natación), Manta – Crucita (ciclismo) y la ciudad de Manta (atletismo).
La prueba de ciclismo frenó el avance rápido de Almeida, quien sufrió un desperfecto grave de su bicicleta que debió ser reparada después de una hora, con la ayuda del equipo logístico.
“Perdimos largos minutos con este contratiempo, pero al final pudimos cumplir con esta especialidad. La asistencia de los organizadores y todo su personal desplazado en la pista fue bastante oportuno para que podamos integrarnos a la ruta. En definitiva, el certamen estuvo en un alto nivel, lo cual nos dejó bastante satisfechos”, comenta.
Con un tiempo de 7 horas y 35 minutos, el triatleta dejó registrado su nombre como uno de los competidores de una de las pruebas más exigentes en el panorama competitivo internacional. Esto le da luz verde para, en futuro, estar presente en una nueva edición en cualquier rincón del mundo. Por lo pronto deja un mensaje claro a la sociedad: “el deporte es esencial en la vida de las personas. Desempeña un papel importante para vencer límites, ayuda a cultivar valores como la disciplina y nos enseña a estar en constante superación”.
PIE DE FOTO: Andrés Almeida, triatleta imbabureño, durante la competencia del Ironman 70.3 en Manta