La Asamblea Nacional del Ecuador reformó el Código de Ambiente para dar un marco legal claro a la creación de geoparques, entre otros cambios. Esto ayudará al trabajo que realiza la municipalidad para convertir a Quito en geoparque mundial.
La categoría de geoparque hay que acreditarla ante las Naciones Unidas a través de la UNESCO y se refiere a aquellos territorios con evidente influencia geológica e hitos vulcanológicos que son los orígenes de condiciones y recursos naturales especiales, que pueden ser aprovechados, de forma no invasiva, por culturas humanas asentadas en el territorio determinado.
“Uno de los trámites más avanzados al momento es la aspiración del Distrito Metropolitano de Quito que adelanta, en territorio, la recolección de los requisitos de UNESCO para su reconocimiento en esta condición”, como indica Gabriela Zuquilanda directora de relaciones internacionales del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y coordinadora de la Comisión Especial para Geoparque del MDMQ.
Zuquilanda, activa impulsora de la última reforma legal para fortalecer el concepto de geoparque en Ecuador, agradeció la sensibilidad de la Asamblea y la Comisión de Biodiversidad que muy rápidamente dieron trámite a la reforma legal del Código de Ambiente.
De su parte la congresista Consuelo Vega, miembro de la comisión de biodiversidad de la Asamblea Nacional del Ecuador, se congratuló con la aprobación de la reformatoria al Código del Ambiente, porque como dijo: esto permite la figura de geoparque en su plenitud y con toda claridad.
Hasta el momento se reconocía con claridad la figura de Parques Nacionales donde se prohíbe cualquier actividad humana que pudiera afectar al territorio en conservación, mientras que geoparque es un territorio donde actividades humanas, de bajo impacto, como las turísticas o culturales, entre otras, están permitidas. Dando lugar al aprovechamiento de cooperación internacional, en el orden científico o de promoción, se facilitan e incluso se atraen.
Fundamentalmente esto permitirá que las zonas declaradas como geoparques puedan desarrollarse forma racional y armónica con el medio ambiente, en medio de recursos naturales creados por su condición geológica privilegiada, con un marco legal claro y motivador.