Las veredas, patios y portales de las casas de las ciudadelas San Jorge y San Pablo se llenan de flores, plantas y mucho color, gracias a la actividad Balcones Floridos, del concurso barrial Valle de Oro, en la categoría B.
La tarea consiste en engalanar con flores las viviendas y los alrededores en los 10 sectores que conforman este grupo.
Los niños son los más emocionados en participar de estas actividades. Carlitos Cedeño, con 3 años de edad, se pone sus botas azules, llena su regadera y en compañía de su abuelita sale a echarle agua a las plantas que han sembrado en la ciudadela San Jorge.
Johanna Carranza, una de las vecinas del sector, cuenta que le encanta la jardinería y a raíz del concurso se motivó aún más para embellecer el patio de su casa.
Martha Constante, coordinadora de esta actividad en el sector, señala que todas las familias se han unido porque quieren ganar el concurso.
“La competencia con los otros barrios está difícil. Vemos que todos los sectores están dando lo mejor en cada actividad, pero eso nos motiva a seguir luchando para llevarnos el premio de las obras”, detalla Martha, mientras anima a sus vecinas.
En la San Jorge se sembraron especies de flores como los geranios, plantas de grosellas, sábila, entre otras especies.
En el barrio San Pablo, Zoila Toro, una de sus dirigentes, asegura que le han puesto mucho empeño al concurso municipal, porque consideran que es una doble oportunidad.
“Aquí hemos hecho un compromiso de mantener la imagen del vecindario. Y si ganamos el premio lo vamos a destinar para obras deportivas y recreativas”, manifiesta Zoila.
En la ciudadela La Alborada, sus moradores también participaron de la actividad de Balcones Floridos.
En total, son 38 barrios de Portoviejo que compiten en esta iniciativa municipal que retribuye las buenas acciones ciudadanas y el mejoramiento de los sectores con una inversión pública de 1,5 millones de dólares en obras.
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