Como parte de la agenda de Semana Santa, cuyo objetivo es recuperar la memoria oral de las costumbres, tradiciones y celebraciones de la Semana Mayor para mantener el sentido de religiosidad e identidad del pueblo, la Administración Manuela Sáenz (AZMS), este martes 30 de marzo realizó un conversatorio virtual sobre la Procesión del Silencio, que se hace cada año en el Centro Histórico de Quito.
“Queremos recuperar nuestras tradiciones, porque si bien la vida nos cambió con la pandemia, no queremos que el patrimonio inmaterial se pierda, es necesario mantener latentes nuestras costumbres en la gente. Este tiempo es para llenarnos de espiritualidad y reflexión y por eso les traemos a ustedes, a través de este espacio, el recordatorio de cómo se hacía la Procesión del Silencio en nuestro tradicional barrio de la Loma Grande”, expresó Sandy Campaña, administradora de la Zona Centro.
Fray Oswaldo Cazorla, párroco de la iglesia de Santo Domingo, explicó el contexto histórico de la Semana Santa en el Distrito Metropolitano, y explicó cómo eran las celebraciones llenas de fe y espiritualidad.
Recordó las calles llenas de gente con velas en la noche y con el cofre de cristal en el que llevaban la imagen de Cristo, que “parecía venir en una ola de luz, por las calles empinadas del casco colonial”.
Posteriormente los vecinos del barrio intervinieron con diferentes temas sobre la memoria oral de la Procesión del Silencio. Martha Gallegos, moradora de la Loma Grande, desde hace 60, contó la historia de cómo surgió la procesión.
Beatriz Torres habló sobre los personajes y simbolismo de la Procesión y Blanca Villacrés relató el recorrido y cómo lo hacían. Luis Alvarado contó anécdotas y vivencias de la gente durante la procesión.
Finalmente, Elizabeth Pérez, del grupo Caminantes por la Fe, presentó un archivo fotográfico de la Procesión del Silencio que trajo recuerdos a más de uno. Los vecinos expresaron su complacencia y agradecimiento por el evento que permitió mantener las tradiciones latentes en su barrio y esperan que el próximo año puedan volver a retomarla.
Olga Lozada, técnica de la Unidad