Los primeros rayos del sol empezaban a calentar la mañana y los técnicos de la Unidad Patronato Municipal San José, acompañados por brigadistas de la Cruz Roja de Pichincha se acercaron a un grupo de personas que aún permanecían dormidas en los portones de un almacén, en la avenida Patria, frente al parque el Ejido. El objetivo ofrecer los servicios de alimentación y alojamiento nocturno para pasar el último fin de semana de confinamiento.
“En los abordajes realizamos sensibilizaciones, identificamos sus necesidades y les invitamos a participar en los servicios del Patronato”, cuenta Jonathan Alvarado, promotor comunitario del proyecto de atención a habitantes de calle. De las 11 personas que se abordó en este punto, cinco aceptaron ir.
El recorrido continuó por la zona de La Mariscal, Tribuna de Los Shyris y Plaza de San Francisco, en el Centro Histórico. En total, se invitó a 27 personas para que acudan al Hogar de Paz, ubicado en El Tejar, pero no todas aceptaron ir, pues se trabaja bajo el principio de voluntariedad. Algunas están en situación de mendicidad, otras tienen problemas de consumo y también hay quienes están ‘de paso’ por Quito.
Yenixa Tinedo, de 23 años, llegó al Hogar de Paz hace dos días. Está viajando desde hace varios días con la intención de reunirse con su padre que se encuentra en una ciudad de la Costa. “Unos compatriotas nos indicaron cómo llegar a este albergue. Aquí la atención es muy buena, la comida está bien y el trato es espectacular. Me gusta las actividades que realizan para no pasar aburridos durante el día”, señaló.
En el último fin de semana de confinamiento total, decretado para 16 provincias (incluyendo Pichincha), 100 personas durmieron en el Hogar de Paz. Aquí, además del alojamiento, reciben tres comidas, refrigerio y realizan actividades recreativas. Sin embargo, antes de su admisión, se verifica que no estén en estado de embriaguez o bajo los efectos de alguna droga, con el fin de garantizar la sana convivencia, explica Karola Pazmiño, coordinadora del proyecto.
Una vez que ingresan se les facilita duchas, se siguen todas las normas de bioseguridad y se registra a cada persona. Karina Suárez, educadora de calle, indica que las personas que llegan a este lugar se adaptan fácilmente a las normas que tiene el Patronato San José y no se producen inconvenientes. “Nosotros, como seres humanos, nos sentimos muy satisfechos de brindar esta ayuda social”, manifestó.
La Junta Provincial de Pichincha de la Cruz Roja Ecuatoriana entregó al Hogar de Paz 216 cajas de pasta dental, 61 toallas grandes y 60 cobijas. Esta colaboración permite renovar las vituallas y provisiones disponibles en este lugar.