Cuba reabre este lunes sus puertas al turismo internacional encaminada hacia la nueva normalidad buscando oxigenar su golpeada economía, que atraviesa la crisis más grave en tres décadas por el impacto de la pandemia, el reforzamiento del embargo de Estados Unidos y una gestión ineficaz.
La esperada reapertura coincide con las celebraciones por el 502 aniversario de La Habana, el regreso a las aulas de los estudiantes de primaria y la convocatoria de la plataforma opositora Archipiélago de una marcha de protesta cívica que busca un cambio político en la isla.
El proceso de la desescalada de las medidas más restrictivas aplicadas en el país para el escenario epidemiológico provocado por el coronavirus es atribuido por sus autoridades al programa de vacunación masiva contra el COVID-19 que prevé la inmunización del 90 % de la población cubana para finales de mes.
Con una tendencia sostenida actual a la reducción de los contagios y los fallecidos por la enfermedad luego de un fuerte rebrote desde principios del año, el país ha reanudado en las últimas semanas servicios de transporte público, hostelería, gastronomía, la mayoría de las actividades culturales y la renta de alojamientos privados. Además, los estudiantes están regresando progresivamente a las aulas.
Cuba llega a la reapertura total de sus fronteras este 15 de noviembre con una flexibilización de las medidas establecidas para el escenario epidemiológico más complicado de la pandemia y el objetivo de revertir la caída del sector turístico, la segunda fuente de ingresos en divisas para su depauperada economía.
