Nos preocupa más las consecuencias, el morbo y buscamos soluciones en función de ello, pero primero se debe entender a la sociedad como un sistema interconectado de subsistemas, todo está íntimamente relacionado, por ejemplo, el ámbito político debe ser tratado junto con lo social, lo económico, educativo, cultural y viceversa.
¿De dónde se alimentan las cárceles? De los problemas sociales, desempleo, falta de acceso a educación, salud comprendida desde lo fisiológico (hospitales, médicos y dotación de medicinas) y lo mental (la cultura, el deporte y el ocio), el acceso a la vivienda, a la alimentación con nutrición. Todo esto es o debe ser políticas publicas prioritarias.
Segundo es el ámbito jurídico, partir con la corrupción y falta de transparencia en la actuación de las cortes, en su integración, en sus decisiones: ¿las decisiones de los jueces están apegadas a derecho o tienen influencia en sus sentencias?, es un hecho que existe la intervención e intromisión política en la administración de justicia. El tema de corrupción también relacionado con los actos de los Servidores de Vigilancia de los Centros de Privación de Libertad, a ello se debe el ingresos de armas y sustancias sujetas a control en los CPPL.
En tercer lugar, la reforma jurídica legal: ¿Frente a la realidad será necesario reformar el código integral penal, por ejemplo, para el endurecimiento de penas? ¿se debe considerar o tipificar como delito el portar armas denominadas blancas?, ¿qué se debe endurecer? ¿acaso será necesario incluir que un individuo que haya cometido dos o más delitos y sobre todo en flagrancia deba automáticamente estar impedido en salir de las cárceles? ¿Cómo normar este aspecto?, ¿Cómo aplicar el derecho a la defensa, uso de armas, límites y efectos sociales?
Un cuarto aspecto está relacionado con la estructura de las cárceles: La designación de quien dirige estos centros no puede ser entregada a manos de estrategas de guerra o ex militares sino a antropólogos, sociólogos, profesionales en una real rehabilitación y posterior inclusión de los PPL a la sociedad. Pasa también por interiorizar la problemática en los Centros: según se menciona existen alrededor de 40 mil PPL, los 36 centros tendrían una capacidad para 30 mil, ¿existe hacinamiento?
Se hace necesario reorganizar los sistemas de organización interna, como por ejemplo: la categorización de los centros de privación de libertad por delitos para con mezclar a todos ellos en un mismo lugar en donde los “sanos” adquieren especialización en cometimiento de delitos. Valoración de los PPL en relación a los delitos cometidos y ubicación física según ello.
Precisa implementar un programa integral de gestión de los PPL en donde se distingan dos tipos: Alta peligrosidad, quienes deban pasar por sistemas estrictos y disciplinados de manejo, horarios de actividades planificadas diarias, aspectos de relación, régimen de visitas; y de mediana y baja peligrosidad con sistemas también estrictos y disciplinarios, pero ante todo que se promuevan proyectos de capacitación para la formación de mano de obra. Que los PPL de este segmento realicen actividades productivas, principalmente manufacturas para dotar de vestido a los internos del país e incluso para elaborar artículos o productos de comercialización masiva según los requerimientos poblacionales. Que aprendan a ganarse la vida y que tengan un medio o instrumento para hacerlo.
Los sujetos de baja peligrosidad pueden constituirse en elementos positivos como facilitadores de los PPL de mediana peligrosidad en ámbitos productivos, motivacionales y de comportamiento humano. Este segmento debería ser de forma permanente elegible para los indultos.
La acción de reinserción no puede verse solo al interior de estos centros y al margen de sus familias, precisa comprender que los problemas de delito están en forma de “metástasis social” en las familias, hay que trabajar en la concienciación y sensibilización de las mismas, también en su inclusión en el ámbito de la convivencia pacífica, siempre que se entienda el problema social que origina el cometimiento de delitos.
La articulación de todas las entidades del Estado, pero también del sector privado: ¿pueden o no las empresas, proporcionar capacitación a los PPL? ¿Pueden o no las empresas implementar factorías en los Centros de Privación de libertad? ¿Pueden las empresas pagar remuneraciones dignas por la producción a los PPL? Más que hacer donativos para adquisición de patrulleros o cámaras de vigilancia deberían aportar en esta línea.
La delincuencia o el delito no va a desaparecer, siempre se podrá mitigar relativamente, por tanto lo que hay que reducir es el cometimiento de estos delitos para dejar de llenar las cárceles y esto se logra a través de políticas públicas para resolver las necesidades elementales de vida de la población; Bukele se olvida de eso con su política de reducción y sometimiento de pandillas, hay una cosa en que si estoy de acuerdo según un discurso emitido por el mismo: los organismos internacionales y hasta políticos nacionales son cómplices de las realidades sociales en las que vivimos los países subdesarrollados, ellos quieren que tengamos estos problemas para que la acción de los gobiernos siga siendo intervenir de la forma que están haciendo, enfocados hacia adentro de los centros de privación de libertad, mientras la población continua empobrecida y marginada.