Share This Article
Autor: Fausto Giraldo
Espeluznante lo sucedido en la casa de salud de Chone, siete sicarios toman como rehenes a pacientes, médicos, enfermeras y demás personas que se encontraban en su interior con el fin de terminar con la vida de un adolescente recientemente ingresado y en estado crítico.
¿Pero, porque querían asesinar al muchacho?. Según se ha informado la posible víctima es un adolescente que había asesinado bajo la modalidad de sicariato y que recibió cuatro disparos en su localidad de residencia, fue trasladado de urgencia y por seguridad a Chone, como no falleció, la banda delictiva decidió perseguirlo hasta dar por terminado el trabajo que seguro buscaba silenciarlo.
Los “7” fueron detenidos y quien sabe vayan a ser blanco de los “jefes” para ser también silenciados por otros que, si no son de la entera confianza de los capos, también se buscará callarlos. Esa es la cadena de terror en las bandas delictivas.
Según las estadísticas más del 90 % de asesinados son si sicarios, asaltantes, extorsionadores, traficantes e integrantes de las bandas narco delictivas, el resto serían daños colaterales y, en un importante porcentaje, femicidios.
Es decir, constituye un sistema en espiral, los capos ocupan “la mano de obra” y después la eliminan desde abajo del escalón para no dejar huella, los victimarios son víctimas predeterminadas, “desechables” que saben que morirán por orden de sus propios “padrinos”.
No se trata pues solo de guerra de bandas, es también una suerte de “autodepuración” para cortar el hilo de investigaciones frente al cometimiento de delitos en los que podrían ser identificados los autores intelectuales por los “soplones” del grupo.
En fin, siendo una consecuencia del sistema social excluyente e injusto, luego de ser victimarios pasarán a ser víctimas de sus propios adláteres y terminarán por su propia ley.