Autor: Marco Tulio
Hay un marcado descontento de los ciudadanos en determinadas ciudades del país por la forma como se han administrado los diferentes Municipios, tomando en cuenta que ya ha transcurrido más del medio tiempo de la gestión para la que fueron elegidos los Alcaldes, Alcaldesas y concejales. De tal manera que es el momento más oportuno para hacer una evaluación sobre el desempeño de estas autoridades al frente de los cabildos municipales.
Para lo cual revisaremos entre otros puntos: ¿Cómo han administrado los recursos de los contribuyentes? ¿Qué obras tangibles o intangibles han realizado y que atestigüen una verdadera y transparente gestión? ¿Que ordenanzas de trascendencia han aprobado a favor de los ciudadanos? Y ¿Cómo piensan concluir su periodo como autoridades?
Es verdad que han sido épocas difíciles por la pandemia y la estrechez fiscal, pero eso no es un argumento de peso, para que se hayan ” cruzado de brazos” y a la vez quieran utilizar como escudo para tapar la incapacidad e ineptitud, más bien eso debería servir para dar fe sobre la efectividad y buen desempeño en circunstancias adversas. Justamente ahí, en esos momentos es donde se mide y se prueba el liderazgo y compromiso de servicio hacia gente. Más allá de los “bonitos ” discursos y propaganda propias de las épocas electorales. Lo que el pueblo quiere ver son hechos, no palabras.
Bajo ésta óptica, se puede percibir que existe un clamor ciudadano de ponerle ” punto final” a tanta corrupción y falta de gestión… ¡Ya basta de novelerías! y micro obras de pacotilla que sirven solo para hacer ruido, tomarse las fotos para las redes sociales y llamar la atención.
Noo… Señores Alcaldes, Alcaldesas y concejales, el pueblo requiere de obras, más aún cuando ya sólo faltan 19 de 48 meses para que se termine su periodo. Los ciudadanos seguimos esperando esas ” mega_ obras “, aquellas que tanto nos ofrecieron, como: mercados modernos e inteligentes, centros de acopio, puentes, regeneración urbana y un sin fin de “baratijas ” que no aparecen por ningún lado. Las expectativas siguen intactas, esas que crearon en nuestras mentes para elegirlos. Ustedes nos vendieron esa “falsa imagen”, porque supuestamente entendían como administrar una ciudad y que además ” eran la mejor opción”. Lastimosamente todo eso se ha convertido en un “espejismo”, porque en vez de avanzar como ciudad, hemos retrocedido, convirtiéndonos en pueblos postergados y los resultados están a la vista, son ” muy pobres”, porque no cumplieron ni con un ” quinto” de los ofrecimientos de campaña.
Todavía pueden resarcir esa mala gestión en el tiempo que les resta. Salgan de esa “zona de confort “, trabajen empoderados y enfocados estrictamente en un mejor vivir para la gente. Es imperativo trabajar en este corto espacio de tiempo que falta en obras prioritarias específicas, no en aquellas que luego se convierten en ” elefantes blancos”.
Piensen en un plan maestro urbano que marque las directrices presentes y futuras del desarrollo y crecimiento de una ciudad con una visión amplía, que marque la sostenibilidad de una ciudad bien pensada para garantizar una verdadera calidad de vida de sus habitantes. Éste Plan maestro es fundamental, sin éste no es posible avanzar. Es el destino y el objetivo que queremos alcanzar. Todas las ciudades necesitan renovarse, crecer ordenadamente. Por eso el pedido unánime de todos los ciudadanos a las autoridades municipales para que se pongan a trabajar por la ciudad y dejen huellas que perduren en el tiempo.