Autor: Henry Llanes Suárez
Así lo dijo el Eco. Francisco Cepeda, Presidente del Consejo Directivo del IESS en el PROGRAMA DE OPINIÓN: “VERA … ¡A SU MANERA!” que lo dirige el periodista Carlos Vera (jueves 21 de octubre de 2021). La autoridad del IESS argumentó: “hay dos seguros con graves problemas (…) el seguro de salud tiene un déficit anual de USD 650 millones, es decir es un saco sin fondo, es un barril sin fondo (…). A la fecha el seguro de salud no tiene fondo, está en cero, esto quiere decir, que los recursos que tenía el fondo en los últimos años ya se consumieron, esto es, USD 1.620 millones”.
“El segundo seguro que tiene problemas, es el de jubilación, tiene un déficit anual de USD 1.000 millones. Para este seguro si existe un fondo de USD 5.800 millones y, haciendo las cuentas rápidas, quiere decir, que este seguro tiene fondos para 5 años más de vida”.
En resumen, esto es lo que mencionó el Presidente del CD del IESS, por lo que entonces se debe concluir, que en estas condiciones es imposible sostener financieramente al seguro social en el mediano y largo plazo.
Entre varias causas que han desestabilizado la gestión del seguro social obligatorio y que han sido letales para el sostenimiento financiero de sus fondos, -es haber incluido en la misma institución del seguro social obligatorio a otros seguros que requieren del financiamiento del Estado, así como las prestaciones médicas de personas que no son afiliadas a dicho seguro -. Este es el problema de fondo que ha vaciado los recursos del seguro social obligatorio, porque el Estado, representando por los gobiernos de turno, en la mayoría de los casos, nunca cumplieron (al pie de la letra) las disposiciones de la Ley de Seguridad Social que se refieren a la transferencia de recursos al IESS, los cuales debieron constar cada año en el Presupuesto General del Estado (PGE). Si el Estado no cumplió con estas obligaciones ¿de dónde se obtuvieron los recursos para atender las prestaciones de los seguros especiales y la atención médica de personas que no son afiliadas al seguro social obligatorio? De la plata de los afiliados, eso es todo. Aquí está el origen de la crisis financiera de los fondos de salud y de pensiones, del que se han sacado los recursos para financiar las prestaciones de salud, como ocurrió (en el año 2015) en el gobierno de Correa durante la administración del señor Richard Espinosa Guzmán.
Al no disponer de recursos el fondo de salud, los afiliados del seguro social obligatorio no tienen una buena atención médica, la prestación de salud no es de calidad, no es eficiente y no es oportuna. Algunos afiliados han denunciado que han tenido que comprar los medicamentos en farmacias particulares para poder ser atendidos en los hospitales del IESS; otros en cambio han presentado quejas, porque les han dado turnos para ser atendidos en los hospitales del IESS
después de varios días, semanas o incluso meses. De Ripley, cuando la atención médica debe realizarse al momento que la solicita el afiliado.
Una segunda causa de fondo que lo tiene al IESS al borde del abismo (no vamos a mencionar todas las causas), es el desconocimiento o la acción premeditada de ignorar las recomendaciones de los estudios actuariales, a través de los cuales se proyecta el financiamiento y la sostenibilidad financiera de los seguros sociales, especialmente de los fondos de salud y de jubilación.
En el caso del seguro social ecuatoriano (a fines de noviembre del año 2001), cuando se puso en vigencia la Ley de Seguridad Social, se proyectó un aporte del 20.6% de la remuneración mensual del trabajador para poder atender las prestaciones de salud y de jubilación del afiliado. Este aporte no fue proyectado para atender las prestaciones de salud de la familia del trabajador, ni tampoco para financiar las prestaciones de los seguros sociales especiales u otros que no corresponden al seguro social obligatorio, sin embargo, lo han hecho2.
Lo expuesto es el segundo problema de fondo que ha vaciado los recursos de los fondos de salud y de jubilación del seguro social obligatorio. El tomar los recursos de estos fondos o crear prestaciones sin el debido financiamiento (como la atención médica sin costo para los hijos de los afiliados hasta la edad de 18 años), inobservando lo que dispone la Constitución de la República, fue un acto irresponsable del gobierno de Correa y de quienes han administrado al Instituto de los afiliados. Los empleadores, los afiliados bajo relación de dependencia laboral y los afiliados voluntarios aportan al seguro social para financiar las prestaciones de este seguro y no para atender otras prestaciones. El tomar un dólar para otros fines, significa romper el equilibrio de financiamiento que determinan los estudios actuariales.
Frente a este escenario de crisis financiera del seguro social ¿qué hacer?
1.- Reestructurar la institución del seguro social obligatorio a través de una ley propia que se denomine: “Ley Orgánica del Seguro Social Obligatorio, que tenga como objetivo fundamental, garantizar la autonomía del seguro social obligatorio.
2.- Independizar al seguro social campesino, porque el financiamiento de las prestaciones de este seguro, requieren del financiamiento del Estado. Este seguro debe administrarse a través de una ley propia que se denomine: “Ley Orgánica del Seguro Social Campesino”.
3.- El Estado a través de una ley específica debe crear un seguro social estatal, por medio del cual administre los seguros especiales que requieren del financiamiento estatal.
A fines del mes de noviembre del presente año, la Asociación de Afiliados, Jubilados y Pensionistas del IESS de Pichincha presentará al señor Presidente del Consejo Directivo del IESS, al Gobierno Nacional, a la Asamblea Nacional, a los afiliados activos y pasivos del seguro social obligatorio un proyecto de ley que se denominará: “Proyecto de Ley Orgánica del Seguro Social Obligatorio (2021-10-24).