Jacinto Salas Morales salasjacinto@yahoo.com
Días atrás, este diario publicó una nota que permitía conocer un hecho que no es particular de Imbabura. Se repite en todo el país: buen número de candidatos de las elecciones de febrero de 2023 son deportistas, de preferencia futbolistas, entrenadores o dirigentes.
La nota periodística “De la cancha a la política” explicaba cómo en Imbabura, sobre diez precandidatos cuyos nombres sonaban en los corrillos de los partidos y movimientos políticos, ocho dedicaban su actividad principal al deporte: de preferencia al fútbol. Los dos restantes habían trabajado en el periodismo.
Este martes, a las 18h00, se cierra el plazo para la inscripción de candidatos. Entonces los electores conocerán cuántos y quienes de los que se han hecho populares a través del deporte, la farándula, la locución radial quieren llegar a las alcaldías, concejalías y prefectura de Imbabura.
Porque la lamentable experiencia de nuestros gobiernos seccionales o de la Asamblea Nacional muestra que el poco aporte realizado para el desarrollo local y regional tiene una causa principal: la elección de candidatos que llegan al poder sin la debida preparación. Carecen de conocimientos sobre leyes, elaboración de planes, proyectos, presupuestos, etc. sin ideas y sin capacidad para resolver los grandes problemas como trabajo, movilidad, empleo.
Desde hoy, hasta el 5 de febrero, los imbabureños tienen 135 días para escoger y elegir a los mejores. Esto es: preparados, honestos, conocedores de la realidad de la ciudad, la provincia, la gente que es lo esencial.