En tiempos de pandemia
• En la parroquia Chaltura, 10 kilómetros son mejorados con una motoniveladora, retroexcavadora y una volqueta. En todo el territorio imbabureño, 14 frentes ejecutan labores de rehabilitación, rasanteo y limpieza en las arterias que conectan a las zonas productivas de las parroquias. Esta acción permite que las actividades productivas no se detengan.
IBARRA.- A más de un año de la emergencia sanitaria, debido a la pandemia del coronavirus, la Prefectura de Imbabura, mediante un estricto plan de bioseguridad para evitar el contagio de este virus en obreros y personal técnico, mantiene, sin interrupción, los frentes de trabajo en las parroquias rurales del territorio, atendiendo emergencias y cumpliendo con el plan de obras en favor de los distintos poblados.
A más de la salud, la pandemia afectó directamente al sector productivo, sin embargo, en esta provincia, los agricultores no abandonaron el campo y continuaron labrando la tierra para sustentar el abastecimiento de los mercados. Una acción importante, sin duda, para que la alimentación en los hogares no falte em estos tiempos difíciles.
Para llegar hasta los terrenos productivos el mejoramiento y mantenimiento de las vías es clave. Por eso, en coordinación con los gobiernos parroquiales, el organismo provincial estableció un cronograma de atención permanente. El prefecto Pablo Jurado instruyó, precisamente, a la Dirección de Infraestructura Física para que exista una conexión directa con las parroquias a fin de atender con prontitud, especialmente, situaciones de emergencia.
Como parte de este trabajo, en la parroquia Chaltura, perteneciente al cantón Antonio Ante, se programó la intervención con maquinaria en los caminos de la red secundaria, permitiendo así brindar garantizar una movilidad óptima. En estos días, 10 kilómetros son mejorados, utilizando el equipo pesado de la institución.
Segundo Ipiales, agricultor y habitante del poblado, indica que gracias a la limpieza y ampliación de las vías pueden llegar hasta sus propiedades con seguridad y tranquilidad. Otro de los vecinos, Álvaro Cadena, refiere que habilitar las vías es sinónimo de desarrollo y bienestar, pues así, los agricultores pueden, sin dificultades, acceder a sus tierras, realizar su trabajo y trasladar las cosechas a los mercados.
Erolita Ayoví, también residente de la parroquia, cuenta que específicamente no se dedica a la actividad agrícola, sin embargo, dice que el mejoramiento de los caminos ayuda a que las familias transiten sin ningún problema. “Hago un llamado a mis vecinos para que sigamos unidos y así podamos seguir siendo beneficiados de las obras de la Prefectura”.