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Autor: Pedro Pablo Caicedo
No es pesimismo, ni critica destructiva; pero realmente es tétrico el ambiente político de Imbabura.
CREO en total descomposición por el palanqueo político sin pudor y la falta de ideología respetable. Los demás politiqueros, tras las sobras de la carroña dejada por los ex alcaldes, prefectos y demás burócratas que se intercambiaron cargos sin tener capacidad y que son culpables del retraso provincial.
Reuniones entre los mismos: ex alcaldes, ex prefectos, ex gobernadores, ex asambleístas, ex burócratas especializados en todología especializados en hacer lo mismo, aprovecharse del mismo pueblo que no puede salir de lo mismo.
Mismamente lo mismo de lo mismo traerá lo mismo. (cacofonía perfectamente aplicable al caso politiquero de Imbabura)
Resultado: postración socio económica de esta provincia digna de mejor suerte. Felicitaciones a quienes con sus reflexiones orientan a la ciudadanía; lástima que pocos leen, poquísimos entienden y casi nadie toma acción en favor de un cambio de políticos clásicos y corruptos por gente nueva y capacitada.
Una Junta Cívica atada moral y políticamente sumisa al partido politiquero de actual moda, no hace ni dice nada porque ha perdido independencia y solo será acólita de los candidatos de siempre.
Algunos grupos sociales de tendencia arribista aprovechando la decepción que les invade; se suman al grupo de aspirantes a ganar en las elecciones o más bien dicho a ganar la gran opción de hacer contratos donde salen jugosos réditos sin trabajar.
Mientras el pueblo capaz y honesto no se pronuncie enfaticamente ; la viveza criolla politiquera seguirá cosechando prebendas y este pueblo continuará en el futuro, como siempre ha estado: estancado en sueños que nunca se realizaran. La Junta Cívica ya no es veedora, ni hace nada para combatir la corrupción, sencillamente porque la tendencia política la silencia.
Parece que está naciendo un grupo cívico que pretende una Gran Asamblea Patriótica; saludamos esa iniciativa con la esperanza que el patriotismo honesto se inaugure y que no vaya a ser una mera plataforma para favorecer a los candidatos de moda. Es entonces el momento que distinguidos ciudadanos apolíticos, profesionales capaces, honestos, probos y sin afiliación politiquera partidista se aúnen y en haz de voluntades cambien el destino de esta provincia que en otra hora fue cuna de brillantes imbabureños que han dado lustre a la patria.