Fausto Giraldo
A pocos meses en qué se deba realizar la designación del gerente de la empresa de tránsito de la Mancomunidad de tránsito es preciso qué, no solo el directorio de dicha entidad sino también la ciudadanía con o sin vehículo, se realice una evaluación de la gestión efectuada por el actual ejecutivo, capaz que esto permita identificar sí es procedente o no una reelección.
A mediados del año 2019 Juan Manuel Mantilla fue designado gerente de MOVILDELNOR, incurriendo a mi juicio en el incumplimiento del estatuto constitutivo que establecía algunos requisitos para ocupar esta función, como: tener un título académico afín al área de tránsito y transporte y contar con varios daños de experiencia en gerenciar una empresa de iguales funciones.
El actual gerente recibió la empresa financieramente saludable, con una estructura funcional, con un parque automotor importante aunque no suficiente, tres winchas nuevas y un camión elevador, este último que bordea los cien mil dólares de costo. De lo que se conoce la presente administración no habría hecho ninguna adquisición de importancia en relación con el parque automotor y el equipamiento tecnológico indispensable para mejorar la prestación de servicios de esta entidad.
Actualmente en la empresa existirían 834 servidores, de los cuales 491 corresponderían a los agentes de control de tránsito; 343 serian funcionarios administrativos, 100 de estos con nombramiento y 243 servidores bajo modalidad de contrato o nombramiento provisional. En lo que va del año 2021 se habrían incorporado 43 nuevos servidores. Se conoce qué, sin existir un estudio actuarial de necesidades de talento humano, por ejemplo que existirían tres choferes que no tienen vehículos que conducir, así como sin análisis del estado financiero de la empresa se estaría por convocar a concurso de méritos para otorgar nombramientos definitivos.
Los agentes de control de tránsito durante los dos años de la presente administración no habrían recibido la dotación de uniformes e implementos para el desempeño de sus funciones, los mismos agentes de control de tránsito estarían pagando sus uniformes. Siendo que la empresa recibiría aproximadamente ochenta mil dólares por cada cantón que forma parte de la Mancomunidad y que estos recursos deberian servir para la implementación, equipamiento y mejoramiento de las prestaciones de servicios como son uniformes, mobiliario, vehículos, entre otros.
¿ Cuáles son los proyectos de trascendencia para los cantones de la Mancomunidad que se han implementado en este periodo?
No podría calificar como proyectos trascendentes, se han impulsado específicamente 3 aspectos:
1. La implementación de las ciclo vías qué, según su gerente, se las habría realizado fundamentándose en estudios realizados. Sin embargo basta ver cada uno de los trazados de estas ciclo vías y determinar que no existirían dichos estudios ya que en vez de constituirse en una solución a la problemática de movilidad, principalmente en la ciudad más grande de la Mancomunidad, ha generado caos, conflicto vial y más de una centena de cuestionamientos ciudadanos.
2. La implementación de zonas seguras, dice el gerente, ha sido la ubicación de grandes maceteros en ciertas esquinas de 3 o 4 calles, al menos de lo que se conoce en la ciudad de Ibarra; aspecto que ha generado también algunos incidentes de tránsito así como el cuestionamiento mayoritario de la ciudadanía, no solo de aquellos que poseen vehículo si no de los de “a pie”.
3. La implementación de un proyecto orientado, señala el gerente, a educar sobre la seguridad vial, que poco se conoce.
En principio se ha solicitado que la actual administración formule un modelo de gestión de la empresa con la finalidad de gestionar, valga la redundancia, con eficiencia, eficacia y efectividad dicha empresa. Aún desconocemos la propuesta de este modelo de gestión. Se ha requerido de la empresa qué presente los balances financieros 2019 y 2020, el programa de reclutamiento de talento humano, el programa de adquisiciones o compras de implementos, uniformes, vehículos, equipos tecnológicos de la empresa. Aún no se han presentado.
Quizá el proyecto de mayor trascendencia que la Mancomunidad esperaba constituye el estudio e implementación de un proyecto integral de tránsito y movilidad para todos y cada uno de los cantones, de manera particular para la ciudad de Ibarra, que por su crecimiento en el parque automotor y el aumento demográfico requiere de forma urgente. Aún no existe dicho estudio peor aún proyecto sobre el tema.
Si el estado financiero de la empresa no es saludable, si los recursos económicos con los que actualmente cuenta la empresa no han sido suficientes para cubrir los costos de operación y el cumplimiento de responsabilidades salariales con el personal qué ha laborado en la institución, no se podía de ninguna manera incrementar el número de servidores acrecentando el gasto corriente de la empresa, pero al parecer se habría hecho caso omiso a las condiciones en qué se desenvuelve la empresa y se contrata personal sobre todo administrativo o de oficina.
Si se nombró al gerente de una entidad sin cumplir con los requisitos que establece el estatuto era de suponerse qué lo mismo puede suceder con el personal subalterno a fin a la administración actual. Un licenciado en ciencias de la educación a cargo de la flota vehicular, un psicólogo a cargo del departamento de movilidad sustentable, un ingeniero en turismo a cargo de las brigadas de señalización, un licenciado en ciencias de la educación como ex jefe de servicios generales, una periodista como sugerente. Con ello no se menosprecia los títulos profesionales adquiridos si no se identifica que debe existir correspondencia entre la formación profesional y el puesto al cual va a ocupar.
Los funcionarios somos los primeros en cumplir con los fines y objetivos para los cuales existe una institución, sin embargo algunos elementos, quizá en abuso de confianza y es más de la función que ostentan, habrían violentado no solo un código de ética si no las leyes, en este caso de tránsito. Dos servidores, se dice el jefe de señalización y el ex jefe de servicios generales habrían sido detenidos en estado etílico conduciendo sus vehículos, uno de ellos habría reaccionado a golpes en contra de los agentes de control de tránsito, lo lamentable es que también se cobijaron bajo la protección de la máxima autoridad que lo mínimo que podía hacer es remover a estos malos funcionarios de sus puestos.
En campaña estos funcionarios promovieron el rechazo a que familiares y amigos de las anteriores autoridades sean contratados en las instituciones, llámese alcaldía o empresas públicas, sin embargo a manera de pago de favores, quizá con el fin de sostenerse en el puesto o preparar el terreno para una futura campaña electoral, se estaría entregando contratos o puestos a ciertos familiares de alcaldes de la Mancomunidad y algunos dirigentes de la transportación. La Contraloría General del Estado estaría realizando un examen especial al respecto, sin embargo por sanidad debería hacerse pública la nómina de los funcionarios contratados y que tengan relación de afinidad o consanguinidad con el gerente general, directivos de la empresa, alcaldes y sobre todo dirigentes de la transportación, digo sobre todo estos últimos por qué las posiciones de defensa o exigencia de sus dirigidos no debe ser instrumento de canonjías o beneficios personales.
Solo en la ciudad de Ibarra, se desconoce en el resto de cantones, el servidor de semaforización habría colapsado, los semáforos a diario pierden sincronización, esto explica los altos niveles de incidentes de tránsito. Así también la ausencia de una política certera de señalización vial, horizontal y vertical, podría explicar si existe o no el alza o baja de los índices de accidentabilidad; la ciudadanía observa y sabe que los accidentes son a diario.
La Mancomunidad de transito en sus inicios fue considerada la más grande e importante del país, Machala para surgir tuvo la asesoría de MOVILDELNOR, las empresas Metropolitana de Quito y de Guayas solicitaban apoyo, en la actualidad los espacios de cooperación interinstitucional son casi nulos, se ha perdido presencia e incidencia en el contexto nacional.
De lo señalado se puede decir entonces que la gestión de MOVILDELNOR es por decir “desastrosa”; que la ciudadanía, con o sin vehículo, califica esta administración como mala y que por ningún concepto ni el actual gerente debe ser reelecto así como también ningún funcionario del presente periodo deba ser designado a ocupar la gerencia general.
Precisa entonces a realizar un llamado a todos y cada uno de los alcaldes a valorar la presente administración de la empresa de tránsito y movilidad en base a la opinión ciudadana y a los resultados financieros y operativos de la empresa. Los platos rotos de un gerente y la incapacidad de una gestión no la debemos pagar los ciudadanos a través de los costos que implican las multas por las diferentes contravenciones, gran parte de ellas orientadas desde las propias directrices institucionales que estarían obligando a los agentes de control de tránsito a superar las seis mil facturas para cubrir el déficit y costos operativos con un alto grado de gasto corriente de la empresa.