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Lo que para Samantha Espinales, ingeniera en alimentos, empezó como una idea de aprovechar los residuos del coco, ahora se ve plasmado en un emprendimiento que avanza como un negocio prometedor.
Ella y su amigo Kevin son los creadores de FIBDECO, un proyecto que plantea comercializar la fibra de coco. Se trata de un material cuyos usos son tan diversos que van desde el soporte para la producción florícola hasta para la elaboración de productos como cepillos o alfombras; y que resultó ganador de la primera competencia de Pitch, organizada por el Centro de Emprendimiento, Tecnología e Innovación CETI, del Municipio de Portoviejo.
FIBDECO es uno de los 30 emprendimientos que nacieron en CETI y fueron apoyados con procesos de aceleración e incubación durante 5 meses.
Los jóvenes emprendedores recibieron acompañamiento integral con mentorías especializadas, asesoría de expertos en varias áreas y soporte para la búsqueda de financiamiento.
Tras cumplir una exhaustiva evaluación, 20 de estos proyectos clasificaron a la jornada preliminar de la competición PITCH y finalmente fueron escogidos los cuatro mejores para participar en la gran final.
Tras FIBDECO, los escogidos fueron: en segundo lugar, Smart Feeder, proyecto creador de un dispensador automático de alimento para mascotas; en tercer lugar, TomaDos, proyecto creador de un tomatodo multifuncional; y, en cuarto lugar, el proyecto CURIA, que busca implementar una empresa de maquetería integral.

Esta iniciativa del CETI es posible gracias al municipio y a la Fundación Edúcate, quienes apuestan a fortalecer emprendimientos, a buscar nuevas tecnologías y a sostener la puesta en marcha de proyectos innovadores, con la visión de convertir a Portoviejo en una ciudad inteligente y sostenible.