Dr. Mauricio Riofrío *El Vanguardista
Paredes y murallas papel de los canallas, es una conocida frase del argot popular que se utilizaba para describir a quienes faltos de valor o de principios, manejaban esa argucia para expresarse a favor o en contra de algo o de alguien. Hoy, las redes sociales han tomado ese lugar y son el escenario, en la mayoría de los casos, para la calumnia, la falsedad y el irrespeto, estamos llenos de indeseables descerebrados que piafan por internet.
El panorama de la comunicación, es alentador por la tecnología y sus alcances, pero en la virtualidad también aparecen sectas de insensatos, el filósofo coreano Byung-Chul Han escribe en su Infocracia, “participan en una eucaristía digital, los medios son la iglesia, el like es el amén, compartir es la comunión…”
La cubana Alondra Santiago que afirma ser comunicadora, revolucionaria y crítica del sistema democrático, ahora funge de cantautora, al estilo de su asalariado paisano Silvio Rodríguez que ha medrado del izquierdismo populista, ayudando a los dictadores comunistas a engañar a generaciones de jóvenes que, con absoluta buena fe, lo aplaudieron alguna vez, sin saber de sus lucrativos negocios y prebendas.
Alondra, ha tenido la osadía de cantar en forma burda, estridente y burlesca, las sagradas notas del himno nacional ecuatoriano, haciendo gala de un desparpajo inaceptable, incurre en una falta grave en contra de la nación y sus símbolos patrios, es evidente que debería ser objeto de una sanción ejemplar.
Los extranjeros, sean de donde fueren, deben saber que este país, abre las puertas y trata, hasta con cariño, a la gente de bien que legal y decentemente se gana su pan cada día, quien no lo haga, debe ser castigado, encarcelado o deportado sin más trámite.
La Alondra, es un ave pinzón pequeña y rechoncha, con un pico rosado y grueso que le ayuda a buscar alimento mientras camina por el suelo. Trae consigo, un sentimiento de alegría y un símbolo de luz y ascensión mística, no tiene nada que ver con la Alondra de marras que, más parece una pájara de pico suelto y lengua larga, que llena de prejuicios, busca su alimento en el insulto artero, siempre agraviando a un país que le ha dado la oportunidad de ser alguien en la vida.
No es la primera vez que esta mujer se comporta bordeando la majadería en contra de nuestra Patria. Se impone la actuación de la autoridad, porque una cosa es la libertad de expresión y otra muy diferente es el agravio a mansalva que, no considera ni respeta nada, ni a nadie.