Fausto Giraldo
El 80 % del año 2020 ha sido la crisis sanitaria el aspecto predominante, la absoluta improvisación gubernamental y la falta de una política pública de salud preventiva así como la ausencia de contingencias acertadas en función de enfrentar este y quizá otro tipo de problemas sanitarios.
Con o sin pandemia, más en crisis sanitaria, el 90 % de la institucionalidad pública se vio envuelta en corrupción, uno de los sectores más golpeados o afectados fue la salud y los negociados de medicamentos, adquisición de kits alimenticios, fundas de cadáveres, químicos de desinfección, insumos médicos y hasta en la obtención de carnes para personas con discapacidad.
La quiebra del sector productivo, principalmente de la mediana y pequeña economía, que ha generado como resultado el cierre de negocios y la desocupación de miles de ecuatorianos, quizá millones. Las cifras oficiales datan de 500 o 600 mil pero el análisis social asume que superan los 2 millones de personas que abonan al desempleo y más de 4 millones en el sub empleo.
Queda al descubierto las condiciones en las que se ha desenvuelto históricamente la educación, el atraso tecnológico tanto en la dotación de equipamiento en los establecimientos educativos, como en la formación de docentes para la enseñanza virtual. Lo más complejo es la condición de accesibilidad de niños y niñas a la conectividad y equipos, la ausencia de recursos económicos no les ha permitido a familias enteras a formar parte de la denominada modalidad virtual. En el ámbito educativo la constante es la pobreza, limitado acceso a la conectividad educativa y mala calidad de educación y saberes.
La situación económica de los habitantes, la crisis migratoria extranjera y el despido de trabajadores abocan a profundización de la pobreza y la aparición del delito, este que también se profesionalizado con la conformación de bandas delincuenciales. Decenas de robos, asaltos, violaciones, asesinatos a transeúntes, domicilios y negocios en todo el país.
Los entendidos en la materia social explican las relaciones interpersonales en los hogares y la diferencia en el contacto temporal al permanente por confinamiento dentro de los hogares. La violencia intrafamiliar se agudizó de forma notable con agresiones físicas de hombres a mujeres y de padres a hijos. Muchos casos se suscitaron pero no fueron denunciados.
La política macroeconomica del régimen gubernamental que prefirió atender a dos o tres acreedores de la deuda externa y no resolver la satisfacción de necesidades, sobre todo alimenticias y sanitarias, de los ecuatorianos.
El discurso político de candidatos a diferentes dignidades cuyo argumento es la demagogia y el populismo, sin sustento y sostenibilidad, que busca ganar adeptos para alcanzar los votos que les permita llegar a sus curules y presidencia de la república respectivamente.
Un ejecutivo con menos del 7 % de credibilidad y una asamblea legislativa con más del 90 % de rechazo. Simbolizan el desgaste de la gobernabilidad y la política en el Ecuador.
Una Imbabura que preocupa el abandono de la articulación inter institucional en torno a temas trascendentes de desarrollo, cada institución, autoridad, cantón, parroquia y organización actuando de manera dispersa y parcelaria, dejando atrás la unión que logro alcanzar la denominación de Geoparque de UNESCO.
Ibarra, una ciudad sin visión de futuro, en medio de la indecisión de la alcaldesa, sin obras fundamentales, en confrontación permanente, con problemas ambientales, sin cumplimiento de planes y obras ofrecidas, con acciones estéticas e improvisadas, ciclo vías sin estudios y maceteros en las vías. Ibarra sin un norte.
En definitiva la situación es difícil y compleja en la política de gobierno, nacional y locales, sin embargo hay aspectos destacables como la declaratoria de “Pueblo Mágico” de San Antonio de Ibarra y Pimampiro, la declaratoria de patrimonio cultural intangible de la escultura de San Antonio de Ibarra, la certificación y acreditación de la Universidad Técnica del Norte.
Finalmente pese a todas las circunstancias, de una u otra forma, queda claro que lo más importante en este año se denomina la familia, no importa como esté constituida sino que este unida, solidaria, se comprenda y exista el apoyo mutuo para superar los obstáculos que se presentaron hoy y que seguramente en el siguiente año subsistirán sus secuelas.