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20 de diciembre de 2022
Autor: Pedro Pablo Caicedo
Creo que si los politiqueros que continúan en la politiquería propia de esta provincia subdesarrollada; fueran tan exitosos en su vida privada mediante el ejercicio honesto de su trabajo en general o de su profesión en particular, no estuvieran cual aves carroñeras atrás de puestos públicos que les permite enriquecerse más, mediante coimas, prebendas, privilegios y contratos subterráneos que en su vida pudieran obtener.
Si tanto quisieran trabajar por el pueblo y tanto dicen amarlo como pregonan sinvergüenzamente; de su peculio y de sus condisiones personales ya hubieran ayudado a familias que tienen necesidades.
Todos los politiqueros de esta desgraciada provincia ya fue administrada y saqueade desde las alcaldías, gobernaciones, prefecturas provinciales, universidad, concejales, consejeros y demás que ejercen cargos públicos cuyo mérito es haber hecho campaña por tal o cual burócrata dorado.
¿Qué beneficio ha recibido nuestra ciudad por parte de estos repintados politiqueros? Al parecer solo hemos visto escándalos y más escándalos, mediocridad, lenidad, enriquecimiento disimulado por coimas, contratos perfectamente camuflados, prebendas y privilegios en beneficio de sus llamados co-idearios que no son sino compinches en la aventura de hacerse ricos a costa de los impuestos y contribuciones del esquilmado bolsillo de los ciudadanos que habitan en estos lares.
Culpa es de nosotros mismos -ciudadanos honestos y apolíticos-por darles el voto sin reflexionar del mal causado por estos seudo dirigentes que no son sino carroñeros tras la mortecina de las entidades que pretenden una vez más apoderarse. Y culpa de los llamados partidos políticos que no son sino gavillas de amigotes que pretenden sacar ventaja de todo tipo en los cargos burocráticos que pretenden y que, además; como burla ponen gente que no tienen ni el tiempo requerido porque se dedican a la tarea de recuperar lo que ellos llaman inversión de campaña, ni la elemental intención de hacer algo desinteresadamente por el bienestar de nuestra ciudad.
El pueblo seguirá siendo la burla y la teta que los politiqueros que ven en el sector público seguirá siendo la forma de enriquecerse.
Es duro, pero hay que decirlo.