30 de diciembre de 2022
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), estima que para el próximo año 2023, al menos 500 000 migrantes en América Latina y el Caribe podrían requerir ayuda humanitaria.
La IFRC estima que las personas con la necesidad se basa en la cantidad de entradas y denuncias de cruces irregulares de julio a diciembre de año 2021, considerando un escenario de aumento del 45 % (la mayoría de los países están por encima del 100 % de aumento) y al menos un agregado de 173 176 de enero a junio de 2022.
El Coordinador de Migración y Protección, Género e Inclusión de la IFRC en las Américas, José Félix Rodríguez, manifestó que «Los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia del covid-19, la crisis climática, las continuas crisis políticas y las catástrofes seguirán aumentando exponencialmente los movimientos de población».
El funcionario señaló que las «necesidades humanitarias seguirán siendo prioritarias en 2023, cuando hasta 500 000 personas podrían requerir ayuda humanitaria».
Aseveró que muchos transeúntes «sufren accidentes y lesiones, se enfrentan a extorsión y a violencia sexual, o desaparecen y son separadas de sus familias», mientras que «otras son asesinadas o mueren a causa de enfermedades o condiciones ambientales».
Migrantes
Rodríguez, manifestó que su inquietud se centra en las personas con mayor dificultades «Estamos especialmente preocupados por las mujeres, la niñez, las personas mayores, con discapacidad y Lgbtiq». Destacó que dichos grupos «corren un riesgo extremo y necesitan asistencia médica y de salud mental, acceso a alimentos y agua, información, conectividad y recursos para cubrir gastos vitales como el pago de lugares seguros para dormir».
Especialistas aseguran que América vivió este año una de sus peores crisis migratorias, que buscan llegar a Estados Unido, principalmente, y Canadá, en busca de mejores condiciones de vida. El flujo migratorio estuvo liderado por el éxodo venezolano, seguido de Haití, Cuba y Ecuador.
Que al pasar por la selva de Darién, que separa a Colombia y Panamá, se les unen migrantes de Honduras, Guatemala, Nicaragua y México en su camino hacia el norte, explica IFRC.
Vía: Ecupunto.com