
Darío Cedeño es uno de los obreros municipales que estrenó las modernas barredoras que se implementaron en la ciudad.
Su cuenta es simple: logró recolectar en 2 horas 10 sacos de polvo y desechos en el tramo comprendido entre el redondel del exhotel El Concorde hasta la avenida de El Periodista. Con escoba y pala hubiera demorado 4 horas.
“Se recoge bastante y de forma más rápida”, cuenta este servidor municipal que con el nuevo equipo ya recorre las calles de la urbe.
El análisis técnico coincide con los datos de Darío. Cifras de la Dirección de Sostenibilidad Institucional del municipio revelan que se incrementa en 50 por ciento el rendimiento efectivo de las cuadrillas.
Las barredoras funcionan sin electricidad ni combustibles y utilizan el impulso mecánico para activar dos grandes cepillos giratorios que recolectan los desechos cubriendo 65 centímetros de ancho.
Son de la afamada marca Kärcher, líder mundial en equipamiento de limpieza y con un depósito de 16 litros de capacidad logran un rendimiento máximo de 1.800 metros cuadrados por hora.
Byron Joza, subdirector cantonal de Servicios Públicos, destacó que gracias a estos equipos los obreros municipales reducen su contacto directo con los desechos, facilitan su labor manual (reemplazando el uso de pala y escoba) y amplían su eficiencia en servicio a la ciudad.
“Este es un paso más en las múltiples acciones de tecnificación que tomamos como municipio para mejorar el servicio a la comunidad”, destacó.