En la parroquia Quichinche con un monto total de $148.000 dólares se construye el adoquinado del camino que conduce a la comunidad Cumbas Chico. Esta acción permite una mejor calidad de vida de las familias y proyecta un evidente el desarrollo. El esfuerzo compartido entre el sector público y privado, con una visión de responsabilidad social, facilitó esta tarea.
IBARRA.- La comunidad Cumbas Chico se ubica en la parroquia Quichinche del cantón Otavalo. Durante muchos años, esta localidad rural permaneció abandonada, con una vialidad destruida, lo cual generaba preocupación a los moradores, dedicados, en su mayor parte, a la labranza del campo.
Hace poco, la Prefectura de Imbabura, la empresa de cemento UNACEM Ecuador, cuya planta industrial se encuentra en el área cercana, Selva Alegre, y el Gobierno Parroquial de Quichinche establecieron un acuerdo de buena voluntad para ejecutar el mejoramiento del camino principal.
Haciendo honor al acuerdo, la Prefectura decidió invertir 78.000 dólares; UNACEM Ecuador 50.000; y, el GAD parroquial 20.000. Con estos recursos se dio marcha al adoquinado del tramo de 700 metros de longitud, con lo cual, pronto esta comunidad podrá contar con un paso moderno que, sin duda, impulsará el desarrollo y elevará el autoestima de los residentes.
Carlos Pinsag, vocal del Gobierno Parroquial, refiere que la arteria une otras rutas importantes para los pobladores, entre ellas, Río Blanco y Gualsaquí, en donde existen tierras productivas que son cultivadas por sus propietarios, gracias a lo cual se puede sacar a los mercados alimentos de calidad para el consumo de los imbabureños.
Pinsag califica de importante la intervención en la vialidad en esta localidad, pues según afirma, esto permitirá que el transporte liviano y pesado pueda ingresar sin dificultades, haciendo así más fácil la movilización. Para él, la clave para realizar esta obra es el entendimiento que existe entre el sector público y privado para trabajar en beneficio de las comunidades.
Dolores Perugachi, moradora de este sitio, cuenta que antes de que se ejecute el proyecto, Cumbas Chico tenía un camino destruido, en malas condiciones para la movilización. Ahora está feliz y dice que el mismo sentimiento lo comparten sus vecinos al ver que muy pronto se culminará con el adoquinado de la vía.