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Según los sectores productivos el toque de queda impuesto por el gobierno está liquidando la economía de los bares y restaurantes en Guayaquil. Debido a esto solicitan al Presidente revisar la medida de seguridad impuesta.
El objetivo del Estado de excepción y el toque de queda era precautelar la seguridad de los ciudadanos, no hacer perder hasta 30.000 empleos, mencionan algunos comerciantes.
Locales de comidas y franquicias que han abierto recientemente no tienen un panorama claro. Algunos invirtieron en levantar sus negocios y alquilar espacios en un mall para sentirse más seguros que en un local con puerta a la calle, pero incluso los centros comerciales han ajustado sus horarios debido al toque de queda.
Durante la pandemia, las entregas a domicilio mantuvieron a flote a ciertos locales, pero ahora eso no es una opción, pues las aplicaciones ya han comunicado a los restaurantes que sus prestadores de servicio solo pueden trabajar hasta las 20:00, no más.
Según mencionan los dueños de algunos restaurantes, el remedio podría ser peor que la enfermedad y el perjuicio causado en la economía de los negocios sería peor que el riesgo en seguridad que se quería evitar.