Desde agosto, que entró en vigencia la ordenanza de prevención de COVID-19 y que incluye la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el espacio público, se han hecho 399 llamados de atención a los ciudadanos a través de los megáfonos instalados en las cámaras de videovigilancia del Sistema Ojos de Águila, de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, CSCG.
El registro revela que en agosto hubo 85 llamados de atención, en septiembre se incrementaron a 125, en octubre, a 135 y en lo que va de noviembre, 54 veces se han usado los altoparlantes para recordar que existen sanciones para quienes infrinjan la ordenanza municipal.
Los operadores de las cámaras mediante megáfonos indican a los ciudadanos que deben ponerse o colocarse bien la mascarilla y tomar el distanciamiento social respectivo. Es así que se han detectado varios grupos de personas en esquinas, parques, tanto en ciudadelas, como en zonas comerciales y bancarias, desacatando las disposiciones municipales.
En la mayoría de ocasiones, la respuesta es inmediata y acceden a cubrirse la nariz y la boca como corresponde y toman distancia unos de otros o se retiran, para evitar los contagios de COVID-19; sin embargo, en muchos otros casos ha sido necesario notificar a los agentes de Control Metropolitano, y también a la Policía Nacional, para que procedan contra quienes incumplen.
De las 1.254 cámaras del Sistema Ojos de Águila, 100 tienen megáfonos y existe una planificación para implementar otras 300 cámaras con el sistema de altoparlantes, informó Christian Chérrez, Coordinador General de la CSCG.
Multa por falta de mascarilla
Quien no la use puede ser retenido para que un comisario municipal proceda a sancionar. La multa por primera vez al no
usar mascarilla, corresponde al 20% de un Salario Básico Unificado, que equivale a $80. En caso de reincidencia, la multa se duplica a $160.