Vale destacar en primer lugar que el Ejercicio Multinacional UNITAS es auspiciado por el gobierno norteamericano, lo que permite mejorar la cooperación mutua entre las Armadas participantes y el Comando Sur de los Estados Unidos, éstas operaciones paulatinamente se fueron ampliando adecuándose a los cambios que se han producido en los escenarios mundiales, hoy por hoy son los ejercicios navales más antiguos y más prestigiosos del mundo, teniendo su punto de partida el año 1959.
A pesar de las complejas circunstancias que vive el mundo, constituyó un verdadero reto para la Armada del Ecuador, por las circunstancias en que se desarrolló la planificación previa y posterior ejecución, debido a la pandemia del COVID 19, ya que en los meses en que debía planificarse, todo el personal naval estuvo realizando trabajos asignados por Decreto y bajo un Estado de Excepción.
Este ejercicio multinacional actualmente no se enmarcan únicamente en realizar maniobras típicas militares, sino que se constituyen en una respuesta eficaz de los estados, frente a las amenazas a los que se enfrentan los países de la región como son: los desastres naturales, la pesca ilegal, el crimen organizado, el narcotráfico y todos los actos ilícitos que se cometen en el mar.
Tal es así que la fase “Escenario” de este ejercicio UNITAS LXI, tendrá como propósito concluir con un desembarco anfibio con apoyo humanitario en las playas de Jaramijó, en las que las unidades de superficie, aeronavales y vehículos anfibios se transformarán en toneladas de solidaridad que llegan desde el mar en beneficio de las poblaciones afectadas, así también los marinos se convierten en manos amigas, que arriban para entregar su contingente y capacidad para paliar el dolor y las necesidades, todo esto en beneficio de la comunidad, como ya ocurrió en el terremoto del 2016, cuando buques de varios países colaboraron en aquellos días de desolación trayendo consigo donaciones de agua, insumos médicos, vituallas, etc. Es precisamente este tipo de ejercicios los que sirven para estas causas loables, porque es ahí donde los marinos de las diversas naciones forman lazos de confraternidad con sus homólogos.
Para la organización de este evento se contó con la colaboración y contribución del pueblo manabita, a la cabeza la Capitanía de Puerto de Manta, Alcaldía, Gobernación, Terminal Portuario, Autoridad Portuaria, Servicio de Practicaje, Servicio de Remolcadores SAGEMAR y SAAMSTOWAG, Asociación de Atuneros, MARZAM, entre otros que de alguna u otra forma desinteresada contribuyeron al éxito de ésta.
Un reconocimiento especial al Gobierno y Armada norteamericana ya que sin su contingente no hubiera sido posible hacer realidad este reto institucional.
Cabe recordar que el Ecuador hace 16 años, bajo otras circunstancias fue sede de estos ejercicios navales que agrupa en esta ocasión las participación de nueve países amigos.
Un punto aparte merece destacar las prolijas medidas de bioseguridad que se han tomado, acatando las más estrictas normas, realizando pruebas PCR a todo el personal para conseguir el efecto deseado y evitar de esta forma los mínimos riesgos de contagio del COVID 19.