Fausto Giraldo
La presente, para nada, pretende ser un análisis del proceso histórico de Cuba, la dictadura de Fulgencio Batista, la revolución del “Che” y Fidel Castro y la continuidad en el poder del régimen cubano aunque con nuevos rostros, es más bien una aproximación que permita, a mi juicio, identificar causas de los sucesos de estos últimos días en que la población del país caribeño, principalmente la juventud, ha decidido manifestarse en las calles.
Como antecedentes se podría enunciar, brevemente, que en Cuba el 10 de marzo de 1952 el ejército cubano, guiado por Fulgencio Batista, interviene las elecciones que se realizarían el primero de junio de ese mismo año, llevando a cabo un pronunciamiento militar o golpe de Estado, instaurando en el país una dictadura.
Años antes de 1959 se venía configurando la conformación de frentes guerrilleros que apuntaban a derrocar al dictador Batista. En la madrugada del 1 de enero de 1959, las tropas del Segundo Frente Nacional del Escambray entraron a La Habana. Al día siguiente llegaron las tropas del Movimiento 26 de Julio comandadas por Camilo Cienfuegos y el Che Guevara, tomando sin resistencia el regimiento de Campo Columbia y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, respectivamente. Simultáneamente, el mismo 1 de enero, Fidel Castro entró a Santiago de Cuba, declarándola capital provisional de Cuba. A partir de ese momento el poder quedó definitivamente en manos de las fuerzas revolucionarias. Históricamente, se toma como fecha del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.
Fidel Castro fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y elegido presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008. Posteriormente fue reemplazado por su hermano Raúl Castro y este a su vez por el actual presidente Miguel Díaz Canela, todos del Partido Comunista.
Si bien la revolución cubana resalta logros importantes en los ámbitos de educación y salud, dista mucho de lograr el bienestar general de la población considerando su atraso en lo productivo e industrial y la dependencia que mantuvo en la ex Unión Soviética, por lo que las condiciones de vida se han ido deteriorando paulatinamente hasta la actualidad en particular lo relativo a empleo, alimentación y vivienda. La revolución dejó de tener como objetivo el socialismo y quedó en una acción inicial democrática para derrocar una dictadura militar sin lograr los postulados de José Martí, que constituía la inspiración ideológica este proceso.
¿Qué lleva a la población y juventud cubana a levantarse en las calles en la actualidad?. A mi juicio son varios factores:
El bloqueo económico que Estados Unidos ha mantenido durante décadas en contra de Cuba y que le ha imposibilitado desarrollar relaciones comerciales que le permitan generar condiciones económicas, ingreso de recursos, tecnologías y maquinarias para generar la productividad.
La falta de solución a necesidades fundamentales de vida de la población, si bien, como lo señaló en principio, es un país con calificada salud y educación y que ha tenido reconocimiento internacional, la falta de empleo, alimentos, vestido y vivienda ha sido deficiente y el régimen no ha tenido la capacidad de enfrentar.
En sesenta años se mantuvo de forma permanente una especie de ideologización en torno a la defensa de la revolución y la lucha antimperialista, pero con el pasar del tiempo y la falta de solución a las necesidades poblacionales estos “ideales” decayeron notablemente, la gente quiere “comer” y es una razón de mayor peso frente al antimperialismo e incluso a responsabilizar de la situación del país a Estados Unidos.
La burocratización del aparato estatal, la diferencia y estatus entre quienes son “empleados” del poder y el pueblo en general son muchísimo más evidentes, mientras los unos tienen ingresos económicos, remuneraciones y en algo satisfacen sus necesidades, no del todo, la gran mayoría se juega el día a día sin poder acceder esa satisfacción, principalmente creo yo de alimentos, empleo y vivienda.
Existe un cambio generacional sumamente importante, hoy son millones de jóvenes que habitan Cuba, no vivieron el ideario e imaginario de la “revolución”, tienen otras expectativas de sus vidas, aspiran cambios, cosas nuevas y distintas, se cansaron del discurso ideológico y viven realidades que no vislumbran un futuro promisorio.
La ausencia de un liderazgo fuerte, como individuos o colectivos, que les permita sostener el imaginario “revolucionario”, es evidente que “Castro” hoy solo es un apellido que paso a la historia y el actual mandatario no tiene la condición de liderazgo que requeriría dicha revolución.
La globalización de la comunicación y conectividad, el internet y las redes sociales, pese al limitado acceso y mala calidad, muestra a los jóvenes cubanos realidades de otros países que, quizá estando en las mismas condiciones de crisis, aparecen como distintas y prometedoras por el alto nivel de marketing y consumo, es la “libertad” que alcanzan a ver y a la que hacen alusión en sus gritos de rechazo y al mismo tiempo de exigencia.
Obviamente la crisis sanitaria originada por la pandemia hizo que la economía de los cubanos toque fondo, las medidas adoptadas por el régimen en una crisis económica profunda pauperiza las condiciones de vida de los habitantes que responsabilizan al gobierno de su estado actual, incluso del contagio y muertes ocurridas.
Este movimiento generado principalmente por la juventud traerá consigo en corto plazo, si se lo maneja de forma transparente, un referéndum para decidir el futuro de Cuba y en ese marco posibles elecciones gubernamentales. Si la situación de crisis para los países llamados “democráticos” es caótica no se diga para un territorio que tiene el bloqueo económico y comercial cuya productividad e ingresos no le permiten a su gente vivir y subsisten nada más.