Mgtr. Jorge Izaguirre, docente UIDE Campus Guayaquil
Las elecciones suelen ser un momento de incertidumbre para los mercados y las
empresas, especialmente en una ciudad como Guayaquil, que constituye el motor
económico del Ecuador. Durante estos periodos, las decisiones empresariales están
fuertemente influenciadas por el clima político, lo que afecta sectores clave y genera
cautela entre los inversionistas. En este boletín analizamos cómo las elecciones de 2025
podrían impactar la economía local, las expectativas de los inversionistas y las posibles
soluciones para fortalecer la economía de la ciudad.
En Guayaquil, los sectores comerciales internos y de la construcción son particularmente
vulnerables a la incertidumbre electoral. Durante estos períodos, la demanda tiende a
disminuir, y muchas empresas retrasan decisiones de inversión hasta conocer el rumbo
político y económico del próximo gobierno. Por otro lado, sectores como el de publicidad
y marketing se ven beneficiados debido al aumento en el gasto relacionado con el
marketing político. Históricamente, la cautela en estos sectores ha sido una constante
en los periodos electorales, reflejando la importancia de un horizonte político claro para
la inversión empresarial.
Una de las mayores inquietudes de los inversionistas es la orientación económica del
próximo gobernante. Aspectos como la posibilidad de cambios regulatorios, el
mantenimiento de la dolarización, el manejo de la deuda pública y la carga tributaria
sobre las empresas generan incertidumbre. Actualmente, el debate político se centra en
dos grandes tendencias: la continuidad de políticas promercado lideradas por el
presidente Daniel Noboa y una propuesta más intervencionista del correísmo,
encabezada por Luisa González. Esta polarización afecta directamente las decisiones de
inversión, pues muchas empresas prefieren esperar antes de asumir riesgos en un
contexto político volátil.
A pesar de las incertidumbres políticas, Guayaquil tiene el potencial de reforzar su
economía mediante estrategias estructurales que reduzcan su dependencia de los ciclos
electorales. Una de estas estrategias es fomentar sectores menos sensibles al clima
político, como el turismo y el comercio exterior. Iniciativas para mejorar la
infraestructura, diversificar la economía y promover inversiones extranjeras pueden ser
clave para garantizar estabilidad. Además, implementar políticas contracíclicas que
impulsen la economía durante los periodos de menor inversión podría mitigar los
impactos negativos.
A lo largo de su historia, Guayaquil ha demostrado una notable capacidad para mantener
su dinamismo económico, independientemente de las fluctuaciones políticas. La ciudad
se caracteriza por una cultura emprendedora donde los ciudadanos entienden que no
pueden depender exclusivamente del Estado. Este espíritu ha permitido que Guayaquil
continúe siendo el principal motor económico del Ecuador, incluso en los momentos de
mayor incertidumbre política.
Las elecciones de 2025 plantean retos significativos para la economía empresarial de
Guayaquil, pero también ofrecen una oportunidad para que la ciudad refuerce sus bases
económicas y minimice su vulnerabilidad a los cambios políticos. Con estrategias
adecuadas y un enfoque en la resiliencia, Guayaquil puede seguir siendo un líder
económico en el país
Las elecciones y su efecto en la inversión empresarial en Guayaquil
